SATA son las siglas de Serial Advanced Technology Attachment y es un tipo de interfaz de disco duro. Aunque SATA es el nombre de la interfaz, normalmente se usa para describir el tipo de disco duro usado, por ejemplo 7.2K SATA.

El bajo coste y la alta capacidad de los discos SATA dan como resultado un coste por GB muy bajo, que lo hace ideal para usuarios domésticos o para servicios de almacenamiento y backups.

Actualmente, el tipo de SATA más común es el 7.2K SATA aunque los más antiguos son los 5.4K SATA. La K hace referencia a la velocidad de rotación del disco duro, es decir, 7.200 revoluciones por minuto.

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Velocidades SATA

Por lo que respecta a la velocidad, la mejor medida es IOPS (Inputs Outputs per Second) que mide el rendimiento según el cálculo de la tasa de datos que pueden ser leídos o escritos en un disco duro.

Un típico disco duro 7.2K SAS opera a alrededor de 80 IOPS. Compárese con los cerca de 120 IOPS de un disco duro 10K SAS y los 180 IOPS de un disco duro 15K SAS. Las unidades de disco sólido (SSD) pueden operar a una tasa de entre 4.600 y 75.000 IOPS dependiendo del tipo de SSD.

Capacidad SATA

La capacidad de los discos SATA puede ir de 500GB a 8TB. Normalmente, una buen opción en la relación coste-capacidad suelen ser los discos de entre 1TB y 3TB.

Fiabilidad SATA

Los discos duros SATA no están orientados a aplicaciones demasiado exigentes donde la velocidad y la alta disponibilidad son las preocupaciones principales. Los discos SATA son grandes ‘bestias de carga’ para usos de poca exigencia como las aplicaciones de uso doméstico o las copias de seguridad y el almacenamiento de datos.

Los discos SATA tienen un tiempo medio entre fallos (Mean Time Between Failures, MTBF) que normalmente se sitúa entre las 700.000 horas, en comparación con los 1,2 millones de horas de los discos SAS y los más de 2 millones de horas de las unidades SSD.

Consumo de energía SATA

Los discos SATA normalmente consumen entre 4 y 6 Watts en reposo y entre 10 y 12 Watts en condiciones normales de operación.

Versiones SATA

Se dan tres principales variantes de SATA, que describimos aquí:

SATA I

También conocida anteriormente como SATA 1.5GB/s, SATA I opera a 1.5GB/s y puede manejar un throughput de ancho de banda de hasta 150MB/s.

SATA II

También conocida previamente como SATA 3GB/s, SATA II opera a 3GB/s y puede manejar un throughput de ancho de banda de hasta 300 MB/s.

SATA III

Conocida anteriormente como SATA 6GB/s, SATA III opera a 6GB/s, puede manejar un throughput de ancho de banda de hasta 600 MB/s y es compatible con SATA II.

Cables SATA

Los cables SATA puden ser de hasta 1 metro de largo. En un extremo el conector de datos tiene 7 pines (3 de tierra y 4 líneas activas de datos) y en el otro extremo el conector tiene 15 pines para el suministro de electricidad, tomas de tierra y las capacidades de rotación de la unidad.

Resumen

Los discos SATA son una tecnología fiable y contrastada. Son ideales para usos no demasiado exigentes como usuarios domésticos o almacenamiento de datos y copias de seguridad. No son los mejores para soportar aplicaciones de gran demanda o situaciones donde la velocidad y el rendimiento son lo fundamental. Para esos casos, SAS o unidades SSD son la mejor opción.

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